Ahora que se acercan los días de Navidad, interesa leer este breve artículo en Conoze:
Hay una frase en los evangelios que nos demuestra que el descanso es una creatura de Dios buena, legítima y necesaria. Esta frase la pronunció el mismo Jesús, hombre verdadero, para quien las cosas humanas, nuestras cosas, no le eran indiferentes. Dice así: «Venid conmigo a un lugar retirado y tranquilo y descansad un poco» (Marcos 6, 31). Es un gesto de Jesús lleno de delicadeza, de amor, de humanismo. Cabe preguntarnos: ¿para qué sirven las vacaciones, el descanso corporal? En este artículo trataremos de dar alguna luz sobre esta experiencia humana que todos los años toca a nuestra puerta: el descanso veraniego, las vacaciones.
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Hay una frase en los evangelios que nos demuestra que el descanso es una creatura de Dios buena, legítima y necesaria. Esta frase la pronunció el mismo Jesús, hombre verdadero, para quien las cosas humanas, nuestras cosas, no le eran indiferentes. Dice así: «Venid conmigo a un lugar retirado y tranquilo y descansad un poco» (Marcos 6, 31). Es un gesto de Jesús lleno de delicadeza, de amor, de humanismo. Cabe preguntarnos: ¿para qué sirven las vacaciones, el descanso corporal? En este artículo trataremos de dar alguna luz sobre esta experiencia humana que todos los años toca a nuestra puerta: el descanso veraniego, las vacaciones.
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