viernes, 27 de julio de 2007

“Adeamus cum fiducia...” 23.VIII.71



Andrés Vázquez de Prada, “El Fundador del Opus Dei”, Tomo III, cap 23

De manera que, como es lógico, poco sabemos de las muchas gracias extraordinarias que recibió; pero sí algunas de ellas, como lo sucedido el 23 de agosto de 1971. Pasaba unos días en Caglio, un pueblecito cercano a Como, en el norte de Italia. Esa mañana, después de celebrar misa y dar gracias, estaba leyendo el periódico cuando sintió que, con gran nitidez y fuerza irresistible, se imprimía en su alma una locución divina: Adeamus cum fiducia ad thronum gloriae ut misericordiam consequamur. Vayamos confiadamente al trono de la gloria para obtener misericordia.

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